Origen de los vestidos ibéricos en españa

Una historia que se remonta a miles de años

Qué patrimonio permite hablar hoy de moda de época

La historia de la indumentaria tradicional ibérica ha sido poco estudiada, pero investigaciones recientes han permitido hacer un balance de las características generales y específicas de la indumentaria femenina en la plástica ibérica.


Existen muchos libros sobre las artes plásticas ibéricas, pero no se ha dedicado ninguna obra específica al lugar de la moda en la cultura ibérica.


También hay esculturas (en piedra o bronce), representaciones en terracota o cerámica, y pinturas. Los más afortunados han podido recuperar indumentaria ibérica de sus familias, pero no queda ninguna anterior a nuestra era.


Este es un problema a tener en cuenta a la hora de analizar las artes plásticas que se han descubierto: para cada representación hay que fijarse en el contexto para entender si se trataba de una representación de la vida cotidiana, de la representación de un acontecimiento, como una boda, o de la representación de una divinidad.


Los trabajos arqueológicos del siglo XXI han producido importantes hallazgos que aportan datos cronológicos sobre la evolución de estas prendas a lo largo del tiempo.

La indumentaria ibérica aparece por primera vez en los Anales hacia el año 200 a.C.. En aquella época, las industrias textiles griega y fenicia ejercieron una gran influencia en la indumentaria de los iberos.


A las mujeres, en particular, se les exigía un determinado nivel de vestimenta. Lo sabemos gracias a las representaciones plásticas, ya que nunca se han encontrado tejidos ni pieles.

Costumbres de belleza en Iberia en el año 200 a.C.

Ya en el siglo I a.C. hay pruebas de que, al igual que hoy, se celebraban concursos en los que se premiaba la belleza. Se premiaba a las mujeres que mejor respondían a los cánones de belleza de la época, siguiendo el mismo principio que el actual concurso de Miss España.

De hecho, las mujeres ibéricas del año 200 a.C. seguían las modas culturales del Mediterráneo de la época, pero con características propias.

En general, los trajes femeninos consistían en una o dos túnicas superpuestas, a las que se añadía una tercera, normalmente más suntuosa y ornamentada, para las ocasiones especiales.

Para completar el conjunto, llevaban una capa y un velo sobre la cabeza. Todo el conjunto se adornaba con ricos collares, brazaletes, diademas, etc.

Los atuendos más sofisticados, llevados por mujeres de buena familia, incluían tocados igualmente sofisticados.

La imagen inferior muestra una representación realizada en terracota: 

Las distintas prendas de época, que aún se llevan hoy en día: 

La túnica

Las túnicas se llevaban todo el año. Se cosían a mano, sin ayuda industrial. Cada modelo era único.

La ropa era la forma más común de reflejar el origen social de cada uno. Esto se reflejaba en las costuras de las túnicas, los materiales utilizados, como la lana o el lino, y los adornos, como botones, cinturones y tocados.

El cinturón

El cinturón ya existía en aquella época. Los cánones de belleza eran similares a los actuales: las mujeres eran más deseables si eran delgadas. Los cinturones se llevaban alrededor de la cintura en lugar de alrededor de las caderas, para resaltar una cintura delgada. El tejido de la túnica también se adaptaba a su forma.

 

Diferencias regionales

Como ocurre con todos los trajes tradicionales del mundo, existen variaciones regionales. Las túnicas lisas son las más abundantes y aparecen en todas las regiones.

 

Andalucía (Alto y Bajo Guadalquivir)

El tipo recto y entallado es el más común. Las mangas de sus túnicas son bastante cortas, dejando al descubierto los brazos. Sus escotes son alargados y el escote tiene forma de V. Los cinturones son anchos y coloridos.

 

En la antigua región de Bastetania (Andalucía oriental y sudoriental)

Las túnicas son rectas, sin cinturón, con escote alargado. Es el tipo de túnica más clásico, sin criterios específicos para distinguirlas.

 

En Levante (Contestania y Edetania)

La túnica más común es la túnica acampanada, con mangas largas y ajustadas y un escote circular más o menos ceñido en la parte posterior de la túnica.

El escote circular es más o menos ajustado en la base del cuello. También son comunes los bordes tejidos.

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